23 jun 2011

Baila como la princesa del reino neurótico de mi niñez

Siempre.
Qué palabra problemática. A veces me parece que ni los siempre ni los nunca son del todo verdad. Así se me dificulta decir que 'siempre es lo mismo'. Pero bueno, qué importa.
¿Cómo puedo expresar en palabras lo que siento cuando ella no vuelve a casa? Miedo, preocupación,culpa, y, finalmente, tristeza.- Eso, supongo, describe lo que sentí esta madrugada. Ella no llegaba, y bueno, con el nudo en la garganta, las lágrimas en los ojos y EL quilombo en la cabeza, me fui a dormir. No se puede vivir así. Me desperté, después, como todos los días, puteando al despertador. No me acordaba de nada, hasta que reaccioné y me fijé si ella estaba en su cama. No estaba. Entonces, la pregunta: hermana, ¿dónde estás? ¿estás VIVA? Mamá se va a preocupar, papá se va a poner mal... Porque vos les importás, y mucho. ¿A vos te importan ellos? Y si me preguntás a mí si me importás, sí, obviamente (aunque sé perfectamente que el sentimiento no es recíproco). ¿Que si te quiero? Sí, te quiero. Te quiero lo suficiente y me sobra. A veces me gustaría no quererte, así las cosas serían mucho más fáciles. Un tiempo atrás, no me habría importado que murieras. Sin embargo, lo que me habría DESTRUIDO hubiera sido ver triste a mi mamá. Siempre lo pienso y sé que no aguantaría verla así de mal, ella no es así. Ella merece lo mejor, nada menos que eso. Y a vos, te ama, con todo su ser. ¿Te acordás de esa operación del corazón? Yo me acuerdo que no entendía, porque era muy feliz con nuestra nueva amiga. Recuerdo también que se fue, pero vos y yo la volvimos a encontrar, y cuando mamá volvió a casa también se puso feliz al verla de nuevo. Mi mejor amiga en ese momento y nuestra salvación.

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