27 oct 2010

¿En serio estás escuchando?

¿Dónde estás, hermana? ¿Dónde estás? ¿Qué pasó que te perdiste, te desviaste TANTO del camino? ¿Será que pienso que alguna vez fuiste un alma bondadosa simplemente porque no puedo aceptar que en tu cuerpo haya tanta maldad? Recuerdos me vuelven, imágenes que decidí olvidar. Tardes de risas, un abrazo, quizá. No recuerdo haberte demostrado algo por propia voluntad, porque desde que tengo memoria sólo buscás nuestro mal. Me acuerdo, me acuerdo. Cuando me pedías que te dijera cuál de tus uñas me gustaba más. Hermana te llamo en mis sueños, en los que siempre te quiero pegar. El problema que en ellos se presenta es que nunca dispongo de fuerza, ni siquiera te llego a tocar. Otra evidencia de que jamás podría hacerte mal, no soy de esas personas. No sé porqué actuás de esta manera, no sé porqué nos querés matar.

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