13 sept 2010

Carta abierta a mi felicidad.

Ojalá nunca aparezcas. Después de todo, alcanzar la felicidad es la meta de todo ser humano, incluso los malvados. Me atrevería a decir que buscándote soy feliz. En el camino sufro, sonrío, lloro, río, sangro, grito, VIVO. ¿No es eso acaso lo importante?

Si me ofrecieran la vida eterna la rechazaría. Quiero vivir y luego ser juzgada, aunque creo que nadie sabrá mejor que yo el porqué de mis actos. Yo soy la culpable, yo obré bien y mal, y aquí, hoy, me hago responsable de las consecuencias. Quizás yo sea mi propio Dios.

En fin, buscarte no fue fácil, pero ya puedo decir que te encontré. No estabas en el dinero. No estabas en ningún lugar físico. Te encontré porque yo te creé.

A partir de mis miedos, una esperanza.



- xoxo, Audrey.

1 comentario:

  1. Te encontré porque yo te creé.
    bonita entrada!
    genial :) i like !!
    suerte

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