Lástima, que no me lastima.
Desafortunadamente, para tu persona, soy demasiado fuerte.
Me destaco por mi INSENSIBILIDAD.
Mis fortalezas, hoy, son muchas. Mis debilidades, sin embargo, van cayendo, una a una. Me construyo un escudo con mis virtudes y habilidades, y una espada con mis metas e ideales. Así mataré al miedo, dulce y suavemente. Porque NADIE puede contra mí, mi fuerza de voluntad (a veces creo) es infinita.
19 nov 2010
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